Los muñecos de trapo están de moda. Sí, sin lugar a duda hay una vuelta al pasado de la mano de los objetos vintage y cierta reivindicación a los juegos de antaño; esos que poco o nada tienen que ver con los de plástico y a batería que se adquieren en las jugueterías.
Entre tanto, aprovecha la oportunidad y la tendencia en vigencia y en alza para regalar y regalarte la experiencia de confeccionar bonitas figurillas de tela hechas con tus propias manos (sí, el famoso DIY, do it yourself o hazlo tú misma). Será un modo creativo y lúdico de volver a tus años infantiles, ya lo verás.
Un modo más de hacer costura, reciclar materiales y también experiencias
Un muñeco o una muñeca de trapo es el regalo favorito para cualquier niño: tu hijo, tu sobrina o los peques vecinos de la puerta C. Además, es un obsequio muy económico. De bajo costo, sí, pero de un alto valor emocional, ya que regalar algo hecho por una misma indudablemente añade valía a un objeto. Pero bueno, ¡pongamos manos a la obra!
Para esta faena necesitarás retazos de géneros de distintos colores, épocas y texturas, lo mismo da. Asimismo, precisarás agujas e hilos de coser y botones, entre otros accesorios de costura. Podrás crear tu propio diseño o descargarte de alguna página de internet un patrón (hay miles en las redes; de un segundo a otro hallarás la plantilla adecuada). Cualquiera sea tu elección, te sugerimos un paso a paso básico para hacer de tu simple idea una figurilla de tela real; un juguete perfecto.
Cómo hacer muñecos de trapo
1. El primer paso, el imprescindible, es elegir un modelo de figura. ¿Harás un muñeco, un animal o un ser imaginario (que no existe)? Tú eres quien decides. A partir de ello, te surgirá una infinidad de ideas sobre colores y texturas a utilizar.
2. Si tienes la posibilidad, procura optar por telas 100 % algodón que resultan menos nocivas para los niños pequeños y, al mismo tiempo, son géneros muy fáciles de coser.
3. Dibuja el contorno de tu muñeco, animal o figura de trapo en un retazo de tela. Luego dale la forma deseada. Recuerda reservar hasta 2 centímetros adicionales para la costura.
4. Corta las dos figuras iguales, es decir, las dos capas de tela idénticas. Hazlo con cuidado con el patrón sobre la tela; ello te facilitará la tarea posterior.
5. Con alfileres sujeta las dos telas iguales y cose a mano el contorno. Procura elegir un hilo de color acorde con el tono del género. Algo importante: recuerda reservar una abertura para luego introducir el relleno.
6. Haz pequeños cortes en las curvas para liberar las costuras, con sumo cuidado de no dañarlas.
7. Da vuelta a la tela y tendrás la forma de tu muñeco con su abertura. Luego, procede a rellenar la figurilla con retazos de tela, relleno adquirido en tiendas especializadas o bolas de algodón. Cose a mano o a máquina la abertura para cerrar el muñeco por completo. ¡Enhorabuena! Ya tienes tu figurilla lista. Ahora resta pensar sus rasgos, vestimenta y demás accesorios.
8. Puedes comprar ropa de muñecos en alguna juguetería o usar ropita de otros muñecos, pero la mejor opción sin duda será que la realices también con tus propias manos, para que no desentone con el resto de tu manualidad. ¿Un consejo útil? Puedes confeccionarla a partir de patrones, de esos que abundan en internet.
9. Para los rasgos faciales puedes coser la boca o la nariz, usar botones por ojos o comprar ojos de muñecos que no solo se venden en las mercerías sino en las tiendas de cotillón y artículos de fiesta.
10. El pelo puede hacerse a base de restos de lanas o simplemente a partir de retazos de géneros antiguos.
Hacer muñecos a partir de retazos: una experiencia sumamente enriquecedora
Sin duda, hacer muñecos de trapo para tus niños te remitirá a tus años de la niñez. Porque seguramente tú también tenías tu muñeca de trapo o jugabas con tus animalitos de tela. En aquellos tiempos eran moneda corriente, hoy son una vuelta al pasado que sorprende a nuestros hijos con la belleza de lo simple.
Ellos, ante tanto juguete con sonido estridente y pantallas hiperestimulantes se conmueven ante estos bellos y simples muñecos de tela. Así se conectan con lo lúdico y vuelven a ser protagonistas de su propio juego. Visten a sus muñecos, hacen interactuar a sus animales y personajes de tela y recrean así escenas que les permiten gestionar sus emociones y vivir más en modo niños, en un mundo que a veces los atosiga y obliga a quemar etapas.
Confeccionar esos muñecos a partir de retazos de géneros viejos también supondrá una vivencia muy rica para ti, ya que la costura en sí es una terapia, es decir, una herramienta terapéutica. Siempre que sea una actividad elegida, no regida por el reloj (una actividad de las llamadas flow, que dejan que el tiempo fluya) y considerada casi un juego.
Sin duda, la costura permite alejar pensamientos recurrentes (intrusos), dedicar más tiempo de calidad a ti misma y estar en el famoso «aquí y ahora». ¿Y qué decir si lo haces con amigas o con tus propios hijos? De este modo, la terapia es grupal y sus efectos benéficos para tu salud física y emocional se multiplican.
Verás cómo pasan las horas sin más y el producto final se convierte en una especie de sueño hecho realidad. En efecto, se tratará de un proyecto propio concretado y dador de felicidad a un niño, nada más y nada menos. Es la mayor recompensa que podrías obtener por un trabajo, ¿no es cierto?
En síntesis, confeccionar muñecos de trapo para tus peques no solo te acercará a ellos sino a la niña que fuiste y a la que debes proteger en el día a día. ¿Cómo? Jugando, haciendo manualidades, costura y cantando nanas cuidas a tu niña interior de los apuros y las fallas del mundo adulto.