Plancha a vapor versus centro de planchado

Planchar es una actividad que no goza de buena prensa ¿Qué significa? Que a no muchas personas nos apasiona esta tarea doméstica ardua y, a la vez, ineludible. Tal vez porque existen telas difíciles, quizá porque no siempre sabemos cómo hacerlo bien o simplemente porque planchar a la perfección insume bastante tiempo (y hoy nadie tiene un minuto que perder). Lo cierto es que, al disponernos a planchar resulta indispensable contar con un sistema de planchado adecuado. Y allí surge la pregunta del millón de euros: ¿qué es más conveniente: una plancha a vapor o un centro de planchado? Como en casi todas las áreas de la vida, no existe una única respuesta. Por ello, lo mejor es que conozcas las múltiples ventajas de cada alternativa, de modo que puedas optar por la que mejor responda a tus demandas diarias. Pero, vayamos directo a los detalles, ¿qué te parece?

La plancha a vapor tradicional: sus amplias ventajas y sus contras

La plancha a vapor suele ser, en gran parte de los hogares españoles, la elegida a la hora de eliminar arrugas, si bien demanda de cierto tiempo y dedicación. En principio, por proporcionar un tipo de planchado tradicional al que estamos acostumbrados desde que nacimos. En efecto es, para una inmensa mayoría, un sistema fiable que alcanza el objetivo «cero arrugas» sin mayores inconvenientes, pese a generar un gasto de energía significativo. Ello se debe a que se considera a la plancha a vapor el pequeño electrodoméstico que más energía consume.

Entre las diversas ventajas de la plancha a vapor, la principal es que es fácil de guardar en cualquier armario. En contraste, un sofisticado centro de planchado requiere de un salón especial o de un trastero amplio donde archivarlo cuando no se utiliza. Además, es un electrodoméstico muy barato y asequible a todos los bolsillos. Como si fuese poco, por ser práctico y útil, permite eliminar arrugas ocasionales y de último momento, antes de salir al trabajo o de fiesta. Al mismo tiempo, resulta el sistema de planchado más apropiado para una persona sola o una pareja, ya que la colada en estos casos no suele ser demasiado voluminosa. También es conveniente para personas con problemas de movilidad o dolor en los brazos, debido a que el peso de una plancha a vapor es nimio y no conforma un trastorno para nadie.

Pero atención: en algo es, de lejos, la mejor elección. La plancha a vapor es, sin duda, una alternativa muy superior a un centro de planchado a la hora de planchar géneros finos, tales como la seda (tela que ya te hemos enseñado a planchar) y prendas delicadas como trajes y vestidos de fiesta.

En síntesis, la plancha a vapor de toda la vida resulta la decisión de compra más provechosa en casos de parejas sin hijos, pocas prendas en cada sesión de planchado y espacio reducido de almacenamiento (guardar una plancha a vapor jamás supondrá un problema).

El centro de planchado, la solución a algunos de tus problemas de planchado

La principal diferencia entre una plancha a vapor y un centro de planchado radica en que este último moderno sistema de alisado elimina arrugas de la ropa de manera más rápida (no más efectiva, que quede claro). Se debe a que posee una alta presión de vapor (se traduce en una potencia superior a la de una plancha convencional) que le permite planchar de manera más sencilla y casi sin esfuerzo. Incluso de modo vertical, combatiendo las arrugas más difíciles o incómodas de quitar, gracias a su caudal de vapor constante.

Eso sí, hay que tener en cuenta algunas cuestiones antes de dar por sentado que el también llamado «centro de vapor» es el electrodoméstico que más te beneficia para planchar toda tu ropa ¿Planchas con mucha frecuencia? ¿Acostumbras a acumular una gran cantidad de ropa? ¿Sufres de dolores de espalda o en las articulaciones superiores (hombro, codo o muñeca)? ¿Cuentas con suficiente espacio de almacenaje para guardar un centro de planchado (ocupa mucho más espacio que una plancha a vapor, por supuesto)? Si respondes «sí» a estas cuatro preguntas, sin duda un centro de planchado es la solución a todos tus problemas asociados a la ropa y sus molestas arrugas.

Si a ello añadimos el aparente «pequeño detalle» de que consume hasta un 46 % menos de energía que una plancha a vapor clásica, este sistema se advierte aún más tentador, ¿verdad? Por último, vale la pena enfatizar que, si en casa hay varios niños de distintas edades y, en consecuencia, se acumulan coladas gigantes, la balanza de seguro incline su platillo hacia un sofisticado centro de planchado.

En resumen: es un electrodoméstico de alto costo (requiere de un presupuesto medio-alto) que constituye un sistema de planchado que se percibe como profesional. Es, al mismo tiempo, seguro, rápido y simple. Y lo más importante: en tiempos en los que en España la factura de la luz se fue a las nubes, resulta una alternativa que permite ahorrar energía, algo nada despreciable, por cierto.

Entonces: ¿plancha a vapor o centro de planchado?

Para terminar, es importante destacar que, tanto la tradicional plancha a vapor como el moderno centro de planchado cumplen con su misión primordial: planchar y no dejar ni una arruga. En ello, no hay diferencias sustanciales entre estos dos electrodomésticos. No obstante, cada cual lo hace de un modo singular. Por lo tanto, analizando los usos prácticos específicos y las particularidades de cada sistema hallarás la respuesta a la pregunta del millón de euros.

En efecto, ahora que conoces todos los detalles sobre cada una de las alternativas de planchado sabrás, como nadie, responder a la típica: ¿plancha a vapor o centro de planchado? Como ya te hemos adelantado, ambas opciones son válidas. La decisión final dependerá, entre otras cosas, de la cantidad de ropa que precises planchar a diario y de la cotidianidad de tu hogar. Cualquiera sea tu elección, seguiremos asesorándote sobre cómo sacar el mayor provecho a tu sistema de planchado preferido.